martes, 4 de noviembre de 2008

RECORDAR A LOS DIFUNTOS


Noviembre, mes de recuerdos, triste para mi, de comunión para todos. En este mes parece que el ruán y el esparto de cofradía que nos ciñe la cintura en Semana Santa se ha apoderado del cielo y de nuestros pensamientos. Nuestras vírgenes, si no están vestidas, se vestirán de luto por los hermanos que se fueron. Y a nosotros nos queda recordarlos con oraciones, con luz, con flores, con la memoria.
Esta vinculación es muy importante para nosotros como cofrades. Por si ustedes no lo saben, la muerte era uno de los principales elementos que articularon las fundaciones de las primeras hermandades. Era muy importante asegurarse la asistencia en la tierra mediante los vínculos cofrades de una hermandad, pero era más importante aún asegurar que, tras la muerte la persona cofrade tendría asegurada una asistencia necesaria para encontrar el camino hacia Dios, de este modo, en todos los reglamentos de hermandades primitivas estaban recogidas las actuaciones reglamentarias que había que llevar a cabo tras la muerte de un cofrade: amortajarlo, llevar a su casa hachones de cera para que velaran su cetro, costear el funeral, acompañarlo a la sepultura y aplicar misas por su alma.

Como recuerdo de lo que fue y sigue siendo obligación de los cofrades, en este mes nos acordamos de nuestros difuntos, oramos por ellos, los encomendamos a la mirada misericordiosa de las imágenes titulares que con tanto cariño miraron ellos en vida.
En memoria y veneración, hoy encendemos en este blog la vela que luce al margen y que lucirá durante este mes de noviembre por los cofrades herenciano difuntos .
QUE EN PAZ DESCANSEN

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